Tú productos de higiene Hay que elegirlos con cuidado para tu bebé, ya que su piel aún es muy frágil.
Continúe leyendo para aprender más sobre el productos de higiene para usar en el bebé.
¿Cuáles son los mejores productos de higiene?
Si eres madre, lo sabes: las preocupaciones que te acosan en los primeros días de vida de tu hijo son innumerables. ¿Cómo lo sostengo en mis brazos? ¿Le das pecho o biberón? Entonces: ¿qué producto utilizo para el baño? ¿Qué cremas son adecuadas para tu piel? ¿Cómo lavo tu ropa?
Cuidar a un bebé en los primeros días de vida es una experiencia única, pero corre el riesgo de volverse estresante si te dejas llevar por las dudas y preocupaciones. Y elige el productos de higiene ciertas cosas y la de tu ropa suele ser la principal preocupación.
El primer jabón que encontramos en casa no se puede utilizar: la piel del bebé es mucho más propensa a irritarse y sin querer corremos el riesgo de dañarla.
Muchas personas se vuelven más sensibles a encontrar productos de limpieza e higiene naturales sólo después de tocar a un bebé recién nacido. Elegir productos naturales es una elección que garantiza la salud de tu bebé y lo protege de molestias e irritaciones en la piel.
Higiene del recién nacido: ¿por qué es importante?
Como en todos los demás aspectos de la vida de un recién nacido, la limpieza es de fundamental importancia, especialmente en los primeros meses.
Los gérmenes y bacterias pueden atacar fácilmente su aún frágil cuerpo, por lo que es fundamental mantener limpias e higienizadas todas las partes de su cuerpecito y todo lo que entre en contacto con él.
Sin embargo, no es necesario exagerar con detergentes y jabones. Recuerde siempre que los recién nacidos también son sensibles al exceso de perfumes y los residuos de algunos productos, que pueden resultar muy agresivos, pueden depositarse en la piel provocando irritaciones irritantes a largo plazo.
Por eso elegir lo mejor productos de higiene para los bebés es una parte importante de ser madre. No hay mejor manera de crecer y protegerte en esta delicada fase de tu vida.
Los mejores productos de higiene para bebés: ¿cómo reconocerlos?
Si tienes un bebé pequeño en casa o has tenido que lidiar con bebés en el pasado, sabrás con certeza que la piel de un bebé es extremadamente delicada.
La piel del bebé, como otras partes del cuerpo, todavía necesita tiempo para volverse más fuerte y resistente. En los primeros meses de vida es muy sutil y por tanto bastante sensible a todo lo que entra en contacto con él.
A continuación te explicamos cuatro buenas razones por las que es fundamental elegir productos adecuados para proteger una piel cinco veces más fina que la de un adulto.
1. Hidratación y sequedad
En la dermis del recién nacido, así como en el adulto, se encuentran glándulas sebáceas, encargadas de producir la grasa que brinda la adecuada protección al organismo.
Sin embargo, en los recién nacidos estas glándulas aún no funcionan como en los adultos. De esta forma, tu piel se reseca mucho más fácilmente, aunque ciertamente no queda muy hidratada.
2. Exposición a la luz solar
Como ocurre con otros órganos del cuerpo, la dermis del recién nacido también debe completar su formación y perfeccionar sus funciones.
Por ejemplo, en la piel del bebé aún no se produce melanina, que es responsable, entre otras cosas, de proteger contra la luz solar.
Es por esto que, en los primeros meses de vida de tu bebé, se recomienda no exponerlo a la luz solar directa, especialmente si nace en verano. También es mejor evitar las cremas solares muy agresivas que corren el riesgo de penetrar profundamente en una piel tan fina.
3. Bacterias
Nuestra piel tiene un pH ácido, responsable de la resistencia de la dermis a las agresiones externas, como hongos o bacterias en general.
Sin embargo, durante las primeras semanas de vida la piel del bebé todavía tiene un pH neutro. Por este motivo, es de fundamental importancia prestar atención a la higiene del medio ambiente (y del propio cuerpo), para protegerlo de amenazas externas nocivas para la salud.
4. Agentes químicos
La piel del recién nacido también es delicada porque sus células deben completar su formación y conexión.
Si un agente externo especialmente agresivo (como cualquier componente químico contenido en los detergentes tradicionales) entra en contacto con la piel del bebé y se deposita allí durante un tiempo (quizás porque quedan algunos residuos) se corre el riesgo de que penetre fácilmente en el cuerpo del bebé.
La penetración de estas sustancias en el organismo es mucho más rápida que en los adultos y, por tanto, más riesgosa.
